El Toledo de las tres culturas, ¿leyenda o realidad?

Toledo, con miles de años de historia, se sitúa dominando el río Tajo (el más extenso de toda la Península Ibérica). Está localizada sobre un promontorio que rodea un meandro el cual contornea la ciudad por su parte este, sur y oeste. Se ubica en el centro de España a unos 71 kilómetros de Madrid, la capital del país.

Panorámica de la ciudad de Toledo

La ciudad

El casco histórico de Toledo cuenta con un emplazamiento de origen similar al que pueden tener ciudades como Venecia (Italia) o Brujas (Bélgica). Destaca en él la conservación de todo su trazado de origen medieval y de carácter laberíntico y, a través del cual puedes perderte con facilidad a pesar de sus mapas o de las últimas tecnologías con las que se cuenta actualmente. Entre sus murallas, Toledo alberga además una enorme muestra de la historia del arte español. Todo esto junto a su enorme valor paisajístico, su geografía y sus miradores han hecho a este sitio merecedor de ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1986.

Así, Toledo sigue manteniendo la imagen de ciudad medieval inmersa en torres y murallas en las que se abren diferentes puertas a través de las cuales se accede al casco histórico.

Ha sido siempre un lugar admirado y adorado por diversas culturas y civilizaciones que por allí han pasado. El propio Al-Isidri (famoso viajero del siglo XII) dijo: «Toledo está por encima de cuanto se dice de ella. Dios la ha adornado como a una novia, ciñendo su cintura con un río parejo a la Vía Láctea y coronando su cabeza». Aparte de este, fueron muchos los elogios con los que contó esta ciudad.

En la actualidad, Toledo es la capital de la Comunidad Autónoma de Castilla- La Mancha y una de las provincias que acogen mayor número de visitantes en España. Esto se debe a la enorme cantidad de monumentos históricos que aún conserva en esta ciudad.

Un poco de historia: el Toledo de las tres culturas

La ubicación de Toledo ha favorecido siempre su ocupación por diferentes grupos humanos. Así, sus primeros asentamientos datan de la prehistoria. En la Edad de Bronce fue una ciudad carpetana (habitada por los carpetanos, tribu prerromana de la Península Ibérica).

En el año 192 a.C. Toledo fue conquistada por el Imperio romano. De esta conquista se han conservado una gran cantidad de restos arqueológicos que se encuentran repartidos por toda la ciudad, tales como termas, calzadas o el propio circo romano. En esta época se la bautizó con el nombre de Toletum que significa “ser levantado o en alto”.

La siguiente ocupación se llevó a cabo por parte de los visigodos. En el siglo VI el rey Leovigildo (rey de los visigodos) estableció en Toledo la capital de su imperio.

Posteriormente, la península sufrió la invasión islámica en el año 711. Fueron los musulmanes los que le dieron el aspecto con el que conocemos Toledo hoy en día: calles estrechas, empinadas y sin salida.

Tras ser conquistada por Alfonso VI en 1085, Toledo fue la capital del Reino de Castilla, título que antes poseía la ciudad de Burgos. Así, con la llegada de los cristianos, fueron tres las comunidades que convivieron en esta ciudad: la cristiana, la judía y la musulmana. Debido a esto, Toledo fue conocida como la «ciudad de las tres culturas» siendo en época medieval una de las zonas de mayor prosperidad.

Cada una de estas comunidades formaron sus respectivos barrios. Mudéjares (musulmanes que no se marcharon de los territorios ocupados por los cristianos en la Reconquista) y mozárabes (población cristiana que vivía en el territorio de Al- Ándalus teniendo el privilegio de ser protegidos por el hecho de ser gentes del libro) vivían juntos mientras que los judíos residían en un barrio aparte. Estos judíos se dedicaban, principalmente, al comercio y a las finanzas.  De ellos es destacable la judería mayor, en la parte más occidental. Así, iglesias, sinagogas y mezquitas son el símbolo de aquella convivencia.

Estas tres comunidades coexistieron en Toledo durante siglos en cierta armonía y respeto llegando a desarrollar iniciativas de carácter cultural tan destacadas como la Escuela de Traductores. Esta entidad convirtió a Toledo en un importante núcleo a nivel intelectual en toda Europa e hizo mayores los lazos de unión y de respeto de estas tres culturas dentro de la ciudad.

La escuela estaba constituida por escritores que se dedicaban a la traducción de textos clásicos del árabe o del hebreo al latín. Al vivir en Toledo musulmanes, judíos y cristianos, el uso del hebreo, del latín o del árabe era bastante común. La idea consistía en traer a Europa todos los conocimientos de Oriente y, para ello, no había nada mejor que el trabajo de intelectuales pertenecientes a tres sociedades tan distintas . Toledo se convierte, gracias a esto, en un lugar de mediación entre la cultura oriental y la occidental. Esto fue posible gracias al trabajo realizado por Alfonso VI el cual garantizó los derechos de musulmanes, judíos y cristianos dando lugar a un inicio de ensayo de «tolerancia».

Escultura de Alfonso X el Sabio

Posteriormente y, en la misma dirección que Alfonso VI, Alfonso X conocido con el sobrenombre de “El Sabio” reforzó la escuela que por aquel entonces se centraba, de forma especial, en textos astronómicos, médicos y científicos.

Esta convivencia no fue, sin embargo, completamente pacífica ya que, a pesar del compromiso del rey Alfonso VI de mantener y respetar las creencias musulmanas, en el año 1086 el arzobispo de Toledo ocupó la Gran Mezquita consagrándola como catedral cristiana. A esto se unió el hecho de que las autoridades cristianas dictaran normas a partir de las cuales se prohibía a los mudéjares el compartir mesa o el casarse con cristianos. Tampoco estaba permitido para ellos el acceso a cargos públicos.

Por lo tanto, resulta complicado aplicar un término tan actual a un contexto medieval y que, tan fácil puede llevar a confusión como es el de “tolerancia”. Esto hace que no se pueda hablar de que realmente hubiera una “tolerancia” tal y como la conocemos hoy en día. En cambio un término más apropiado para este contexto sería el de coexistencia.

Así, esta etapa que se define tan “idílica” no duraría para siempre. Con la llegada del siglo XIV, las persecuciones hacia los judíos se volvieron más crueles hasta el punto de que en el siglo XV, con la creación por parte de los Reyes Católicos del Tribunal de la Santa Inquisición, se decretó la expulsión de los judíos que no quisieran convertirse. Eran judíos que llevaban en Toledo desde la época de los visigodos. Como curiosidad, algunos descendientes de aquellos judíos (llamados sefardíes) conservaron su lengua y costumbres e incluso las llaves de sus antiguas casas de generación en generación hasta la actualidad.

Legado histórico

Esta mezcla de culturas ha dejado un enorme legado en la ciudad de Toledo. Además, durante la ocupación cristiana, no se produjo ninguna destrucción ni saqueo lo cual ha hecho posible que se conservaran sus edificios más famosos.

Mezquita del Cristo de la Luz en Toledo | Actividades en familia
Mezquita del Cristo de la luz

En ella han quedado las sinagogas del Tránsito y de Santa María la Blanca, de enorme valor cultural y arquitectónico. En el caso de los árabes, esta herencia cultural fue menor, no obstante sí se destacan edificios de enorme importancia como la Mezquita del Cristo de la Luz (nombre algo inusual al tratarse de una mezquita) y la de Tenerías. Junto a esto, hay que resaltar la estructura urbana árabe con la que cuenta la ciudad, sus calles estrechas y sus casas muy juntas. Otros lugares en los que se palpa la presencia árabe es en las puertas de Alfonso VI y en la de Alcántara.

San Juan de los Reyes - Toledo, Spain - 01.JPG
Monasterio de San Juan de los Reyes

Al igual que los árabes y judíos, los cristianos dejaron una huella mucho más palpable en Toledo, lo hicieron en su catedral, sus iglesias (a resaltar la de los Jesuitas con sus impresionantes vistas), sus conventos o sus monasterios (el monasterio de San Juan de los Reyes). Todos estos edificios provocaron que en el pasado Toledo fuera conocida como la «segunda Roma». A diferencia de la religión judía o de la musulmana, la religión católica sigue siendo muy importante para esta ciudad y sus celebraciones religiosas tienen un enorme valor para la sociedad toledana, entre ellas es remarcable la festividad del Corpus Christi

Bibliografía

Olga Pérez Monzón, Enrique Rodríguez-Picavea. (2006). Toledo y las tres culturas. Yuncos (Toledo): Akal.

La cerca-Noticias de Castilla- La Mancha (2008). Toledo, la ciudad de las tres culturas. Sitio web: https://www.lacerca.com/noticias/turismo/toledo-ciudad-tres-culturas-23725-1.html

Pedro de Alcocer. (2005). Historia o descripción de la Imperial Ciudad de Toledo. MAXTOR.

Ayuntamiento de Toledo. Qué visitar en Toledo. Sitio web: https://turismo.toledo.es/que-visitar-en-toledo/

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