Muhammad ibn Yusuf ibn Hud fue un emir musulmán del siglo XIII, dirigente del Reino de Murcia y de diversos territorios de al-Ándalus, en los conocidos como terceros reinos de taifas.

Casino de Murcia

Con el desenlace de la batalla de Las Navas de Tolosa, en la provincia de Jaén, termina el sueño del sectario imperio almohade de reunificar de nuevo al-Ándalus y, por supuesto, la hegemonía musulmana en la Península Ibérica, la antigua Hispania romana. Habían pasado cinco siglos desde la invasión peninsular y de la desastrosa derrota de los cristianos en la batalla de Guadalete, donde el ejército del rey godo don Rodrigo fue aplastado por las tropas islamitas del general Tarik.

La expansión de la fe musulmana, desde principios del siglo VII, cuando el profeta Mahoma había comenzado a predicar la nueva religión en la ciudad de La Meca, de la península de Arabia, había sido vertiginosa e imparable. Sin embargo, la alianza de diversos reinos y órdenes cristianas, en una guerra declarada como “cruzada” por el mismísimo papa Inocencio III, había provocado el principio del fin. Ahora las iglesias daban paso a las mezquitas, como ya antes había sucedido a la inversa, con la invasión.

Libro sagrado del Corán

En este contexto, aparece el emir Ibn Hud, el señor de la taifa de Murcia. Un guerrero acostumbrado a la dura vida de frontera, descendiente de los hudíes, una importante familia árabe yemení que había regido la taifa de Zaragoza y la de Lérida, entre otros territorios.

En el año 1228 se subleva contra los almohades y consigue expulsarlos del Levante, proclamándose emir de la taifa de Murcia. Además, fue apoyado por el Califato de Bagdad, enemigo del imperio sarraceno. Administró durante una década la taifa levantina y conquistó diversas ciudades andalusíes, como Córdoba, Almería, Granada, Sevilla, Málaga o Denia. Y no solo guerreó contra cristianos, sino contra musulmanes como Alhamar, el emir fundador de la dinastía nazarí de Granada, y los ya mencionados almohades.

La taifa de Murcia volvió a prosperar como en tiempos pasados, cuando Ibn Mardanish, el rey Lobo, regía un reino próspero y tolerante. Sin embargo, en 1238, cuando Ibn Hud contaba con 39 años fue asesinado en la ciudad de Almería.

Valle de Ricote (Murcia), donde se hallan las ruinas del castillo de los Peñascales, fortaleza de Ibn Hud

Cuenta la leyenda que, el emir murciano fue ahogado por varios soldados al servicio del valí de Almería al-Ramaní. Ambos estaban enamorados de una misma cristiana que el emir había, previamente, confinado en los dominios del valí andalusí, quien era su amigo. Al final, un celoso al-Ramaní ordenó a sus guardias que acabaran con el rey, produciéndose el fatal desenlace. Verdad o mito, a la muerte del emir sus herederos firmaron el Tratado de Alcaraz con la corona castellana, sometiéndose a vasallaje.

Sucumbía así la última gran taifa de Murcia.

BIBLIOGRAFÍA

  • José Ignacio Ortega Cervigón. Breve historia de la Corona de Castilla. Editorial Nowtilus, 2015.
  • José Miguel Martínez Carrión. Historia General de Murcia. Editorial Almuzara, 2008.
  • Miguel Rodríguez Llopis. Historia de la Región de Murcia. Editorial Tres Fronteras, 1998.
  • Pedro Antonio Hurtado Rodríguez. Historia ilustrada de Murcia. Autoedición, 2017.
Artículo anteriorA San Francisco de Asís debemos considerarlo como el precursor del ‘pesebre viviente’ pero no del pesebre navideño
Artículo siguienteSaladino: la forja de la leyenda
Miguel Costa
Miguel Costa nació en Murcia (España) en 1975. Estudia el grado de Historia en la UNED y desde muy joven es aficionado a la lectura, sobre todo a la literatura fantástica, de terror y policíaca. Es seguidor empedernido de escritores como Stephen King, R. A. Salvatore, J.R.R. Tolkien, Gustavo Adolfo Bécquer o Edgar Allan Poe, entre otros. Es miembro fundador del grupo literario de escritores de genero fantástico Círculo de Fantasía, y autor de la saga de novelas de fantasía épica "Los Señores del Edén", de los libros de relatos "El Pasaje del Diablo", "El mercader y el samana", "El sendero de la sangre", "Las voces de la demencia" y "Cantos de Tierra Leyenda" y de los poemarios "Para Virginia" y "En tierras de penumbra"; y "El umbral oscuro", una antología de relatos de terror con la escritora Virginia Alba Pagán, al igual que el poemario "Versos de Medianoche". Y pertenece a la Asociación Literaria Cultural La Estación de las Palabras. En 2019 queda finalista en el «V Concurso de Haikus» de la Librería Haiku de Barcelona, siendo publicado su poema en un libro de la editorial Shinden Ediciones. También ha participado en las antologías de relatos "Dragones de Stygia" y en los poemarios "Versos de Stygia I" y "II" del Círculo de Fantasía. Así como en el libro "Relatos en la caja" del Club de lectura Jacaranda, perteneciente a la Asociación Cultural Jacarilla 2012. Y han sido publicados sus relatos "Blatodeo" y "El hostal" en las revistas Círculo de Lovecraft y Blaster, en ese orden; y sus poemas "El lago de Estigia" y "El mundo de los muertos" en el número 6 de la revista Preternatural de la editorial Pulpture.