Genes dominantes

Seguro que has oído hablar de la dominancia y la recesividad de los genes y si no es así, aquí te lo explicamos.

En el siglo XIX, un monje austriaco llamado Gregor Mendel observó algo curioso en las plantas de guisante. Recordemos que en aquella época la gente debía cultivar su propia comida, o parte de ella, y tenían sus propias huertas en casa. Pues bien, Mendel se dio cuenta de que una especie de leguminosa, Pisum sativum, producía guisantes verdes o amarillos, lisos o rugosos… y se preguntó por qué.

Experimentos de Mendel

Para contestar a su pregunta, Mendel seleccionó una planta que producía guisantes amarillos y la cruzó con una planta que producía guisantes verdes, y llamó a ambas plantas generación parental (P). ¿Cuál crees que fue el resultado?

Mendel obtuvo unas plantas cuyos guisantes eran amarillos. En otras palabras, el 100 % de los guisantes eran amarillos, y por tanto supuso que el carácter amarillo dominaba al verde. A esta generación, Mendel la llamó primera generación filial (F1).

Muchas plantas pueden autofecundarse, y Mendel utilizó esta cualidad para observar cómo serían los guisantes con información genética F1. Si todos los guisantes eran amarillos, la descendencia probablemente lo fuera también. Pero claro, ¿qué pasa con los guisantes verdes? ¿acaso el parental de guisantes verdes no transmitió información genética a su descendencia?

En el siglo XIX, el concepto de gen no es el actual (secuencia de nucleótidos en el ADN o ARN que codifica una proteína o ARN).

Las plantas resultantes de la autofecundación de F1, segunda generación filial (F2), producían tanto guisantes amarillos como guisantes verdes en una proporción 3:1 (75 % amarillos y 25 % verdes). ¿Cómo es posible que la información “verde” haya desaparecido en F1 y reaparecido en F2?

Mendel también observó el resultado de cruzar plantas con guisantes lisos o rugosos y verdes o amarillos y obtuvo el siguiente resultado: 9:3:3:1. Es decir, de cada 16 guisantes 9 eran amarillos lisos, 3 eran amarillos rugosos, 3 verdes lisos y 1 verde rugoso. Con esto se puede deducir que los genes que dan el color verde y la textura rugosa son recesivos porque apenas aparecen en la generación filial, mientras que los genes que aportan el color amarillo y la textura lisa son dominantes.

Dominancia genética

Las características que presentan los seres vivos vienen codificadas por los genes. Esto es, los genes son como instrucciones que tras ser leídas y ejecutadas dan lugar a una proteína determinada que tiene una función concreta. Por ejemplo, la melanina es un pigmento que se sintetiza gracias a la acción de una serie de moléculas de carácter proteico. Si una persona lleva en sus genes la información para que su cuerpo sintetice mucha melanina, esta persona será más morena.

Las células humanas tienen dos copias (alelos) de cada gen, una proviene de la madre y la otra del padre. Los alelos son muy parecidos, pero difieren lo suficiente como para que codifiquen proteínas diferentes o como para que estas proteínas se expresen en cantidades o momentos diferentes… y esto genera variaciones entre individuos. Lo mismo ocurre con las células de la planta de guisantes que estudió Mendel y por eso sus observaciones también son válidas para los humanos.

Se dice que un gen es dominante cuando se expresa, aunque solo esté presente en uno de los alelos. Por otro lado, un gen es recesivo si es necesario portarlo en ambos alelos para que se exprese. La codominancia se da cuando ambos genes se expresan por igual.

Los términos “gen dominante” y “gen recesivo” en son conceptos que no se ajustan exactamente a la realidad, pues ningún gen domina o es reprimido por otro, sino que son las proteínas que codifican las responsables de la dominancia y recesividad. Además, son términos subjetivos que dependen del punto de vista. Este es el caso de la mutación que causa la anemia de células falciformes, pues para padecer esta enfermedad es necesario tener dos copias del alelo mutado (gen recesivo), para ser inmune a la malario basta con tener una copia del alelo mutado (gen dominante) y para tener glóbulos rojos sanos y glóbulos rojos falciformes hay que tener necesariamente un alelo mutado y otro sano (codominancia).

La paradoja mendeliana

La genética es muy compleja y la expresión de los genes está sujeta a muchísimos factores. Además, muchas veces un carácter no depende solamente de un gen, sino de varios. Por lo tanto, es raro que Mendel haya obtenido unas proporciones tan exactas en sus experimentos que expliquen tan bien cómo funciona la dominancia-recesividad de los genes.

Por esta razón, el genetista británico Ronald Fisher concluyó que Mendel había falsificado sus resultados. Sea como fuere, los datos que aportó Mendel han servido para poder comprender mejor la heredabilidad de los caracteres.

Referencias

Genetic Science Learning Center. (2018, August 7) Learn.Genetics. Recuperado el 21 de marzo, 2020, de https://learn.genetics.utah.edu/

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