¿Existe vida en el universo más allá de la Tierra?

Esta pregunta es una de las incógnitas que más ha inquietado al ser humano que, además, nos lleva a otras cuestiones, ¿cómo sería ese tipo de vida?, ¿parecida a la nuestra? Y, ¿por qué aún no hemos logrado contactar con ella?

Recreación del universo. Fuente: BBC

Es posible que la razón más obvia para creer que haya vida en otro planeta sea el hecho de que, tan solo en el universo observable, existen miles de millones de galaxias, no sería muy lógico pensar que la Tierra sea el único lugar con vida en un espacio tan inmenso ¿no? Sin embargo, no hay todavía ninguna evidencia irrefutable de la existencia de vida extraterrestre, aunque sí es verdad que varios avances científicos apoyan esta idea de forma bastante firme.

El primero de estos avances fue iniciado en el año 1953, cuando el químico Stanley Miller añadió energía y sintetizó varias de las moléculas más simples que componen la materia viva a partir de una mezcla de gases. Gracias a esto, se inició lo que hoy en día se denomina química prebiótica. Esta ciencia está basada en el estudio que tiene como fin el comprender la forma en la que se sintetizaron los ingredientes básicos de la vida en las condiciones primitivas que existían en ese momento en la Tierra. A día de hoy, ya se sabe que una gran parte de estas moléculas están también presentes en los meteoritos, en los cometas o en las nubes de polvo interestelar. Es por ello que estas ni siquiera tendrían que haber sido sintetizadas y que, simplemente, podrían haber procedido del espacio exterior. Si esto pasó en nuestro planeta, ¿por qué no es posible que pase en otra parte del universo?

Stanley Miller

Además, la vida tal y como la conocemos podría distar bastante de la que hubiera en otros planetas, es decir, que esta podría prosperar en lugares en condiciones muy distintas de las que nosotros consideramos óptimas. Podría, por ejemplo, ser una vida capaz de sobrevivir sin oxígeno. Esto se ha visto ya en la Tierra con los denominados microorganismos extremófilos, estos son, aquellos capaces de vivir en circunstancias ambientales completamente adversas: en PH muy ácidos, en temperaturas superiores a los 100 grados centígrados o en zonas muy saladas.

Así, a medida que la ciencia avanza aumentan las razones para pensar que la vida en el universo podría ser abundante. Sin embargo, está claro que encontrarla no debe ser nada sencillo. Primero de todo, porque solo conocemos una sola manifestación de la vida, que es la que hay en Tierra y, por lo tanto, sería muy complicado para nosotros reconocer las diferentes formas de vida que podría haber en el universo. Además, nuestras posibilidades de viajar al espacio son aún muy escasas, lo cual supone que la búsqueda de vida no pueda desarrollarse más allá de nuestro Sistema Solar.

Por lo investigado actualmente en el Sistema Solar, se considera difícil el poder encontrar vida inteligente, es decir, con civilizaciones parecidas a la nuestra, aunque sí es posible la presencia de microorganismos. Las zonas con más probabilidades de contener vida en forma de microorganismos son el planeta Marte, una de las lunas satélites de Júpiter llamada Europa y las lunas de Saturno, Encéfalo y Titán.

La imagen de arriba representa a Europa y la de abajo a Titán, dos de los lugares en los que se piensa que podría haber vida

En el caso de Marte y, a pesar de que sus condiciones son muy diferentes a las nuestras, ya que su temperatura es muy baja y su presión atmosférica muy reducida, su subsuelo es un lugar confortable. Lo mismo ocurre con las lunas de Júpiter y de Saturno que cuentan con enormes océanos de agua líquida bajo la capa de hielo que los rodea. Este hecho les hace los candidatos idóneos para poder albergar vida en el Sistema Solar.

La paradoja de Fermi

Pero y si entonces el universo es tan grande y con tantas posibilidades de haber vida, ¿por qué aún no la hemos encontrado? A esta cuestión es a lo que se denomina “paradoja de Fermi”.

“¿Dónde está todo el mundo?”, con esta pregunta el físico italiano, Enrico Fermi, manifestaba su curiosidad por conocer dónde podían estar los extraterrestres si, habiendo miles de millones de galaxias aun no habíamos tenido contacto de ningún tipo con ellos. El universo debería estar rebosando vida por todas partes.

Enrico Fermi

Obviamente, aun no podemos solucionar esta paradoja, pero sí se pueden ofrecer diferentes hipótesis de por qué no hemos todavía contactado con ninguna civilización que no forme parte del planeta Tierra.

La primera de ellas es tan simple como que no existe ninguna otra civilización aparte de la que ya conocemos.

La segunda es la denominada “El Gran Filtro”, la cual asusta bastante porque plantea la idea de que, cualquier civilización, llegada a un punto X de su evolución, se extingue. Para que una civilización pudiera contactarnos necesitaría estar mucho más avanzada de lo que nosotros lo estamos y ninguna civilización habría logrado tal punto. Es decir, existe un momento evolutivo concreto que es muy improbable o imposible que la vida supere. A ese punto se le denomina “El Gran Filtro”. En caso de que esto sea cierto, ¿cómo de cerca se encuentra la humanidad del “Gran Filtro«?

La tercera hipótesis que, a su vez, se encontraría dentro de la anterior, es que los terrícolas somos una excepción y, por tanto, la única civilización que ha superado el Gran Filtro o la que más ha logrado avanzar hasta el momento.

El cuarto supuesto habla acerca de la posibilidad de una visita extraterrestre antes de que nosotros hubiéramos estado aquí.  Hay que recordar que el tiempo de existencia humana es irrisorio en comparación con la edad del universo. También, se ha tratado la hipótesis de que la galaxia ya haya sido colonizada, pero nosotros ni siquiera nos hayamos enterado.

Otra hipótesis sería básicamente que estas civilizaciones ya se han extinguido, es decir, han existido, se han desarrollado como civilización inteligente y han muerto como consecuencia de algún fenómeno que puede haber sido natural o provocado como catástrofes cósmicas, ecológicas o la autodestrucción. Es decir, no hemos coincidido temporalmente.

Vivimos en el extrarradio, en una zona poca interesante, en la que no hay nada y está desértica y, por tanto, muy apartada de todos y de todo. Los extraterrestres no tienen ningún tipo de interés en llegar hasta aquí.

Otra posibilidad podría ser el hecho de que ellos ya estén aquí, nos estén observando o, incluso, intenten comunicarse con nosotros, pero, debido a que somos una civilización tan poco avanzada, eso les es completamente imposible ya que la humanidad ni siquiera nota su presencia. Sería algo así como intentar explicarle cómo funciona un teléfono móvil a una bacteria. Los individuos del planeta Tierra somos tan sumamente primitivos que ni siquiera sabemos qué son esos seres o qué es lo que intentan hacer con nosotros o con nuestro planeta.

Son algunas más las hipótesis que se han barajado, pero aquí se han tratado, tan solo, algunas de ellas.

Posible contacto con extraterrestres

Pero, en caso de que este contacto llegara en algún momento a producirse, ¿sería beneficioso para la humanidad?

El físico británico Stephen Hawking se mantuvo en contra de cualquier tipo de contacto con otra civilización externa a la Tierra. Afirmó: “Un día, podríamos recibir una señal de un planeta en esas circunstancias, pero deberíamos ser cautelosos en responder. Encontrar una civilización avanzada podría ser como cuando los nativos americanos se encontraron con Colón. Aquello no les salió nada bien. Si lo hacemos (responder), podrían ser mucho más poderosos que nosotros y nos darán el valor que nosotros damos a las bacterias».

El físico británico Stephen Hawking

Es decir, él consideraba que un contacto con una civilización extraterrestre podría suponer el fin de la humanidad lo que, desde luego, no es nada esperanzador para nuestra especie.

Así, en caso de que, en un momento dado, recibiéramos un mensaje de una civilización extraterrestre, ¿deberíamos contestar?, bueno la respuesta a esta cuestión es algo complicada y, realmente, no existe ninguna opción que pueda ser considerada correcta. Por una parte, podríamos ser cautelosos y decidir no responder a nuestros nuevos amigos, dejarles en visto, pero, por otra, en caso de decidir devolver el saludo, hay dos posibilidades que podrían darse:

La primera de ellas es bastante similar a la expuesta por Stephen Hawking. Dar información acerca de nuestra existencia o del lugar en el que nos encontramos en el universo, podría provocar que una civilización extremadamente avanzada a comparativa nuestra, llegué a nuestro planeta y lo destruya o nos esclavice. Supondría el fin de la existencia humana o, al menos, de la humanidad tal y como la conocemos.

También, cabría la opción de que, a pesar de que esta civilización no tenga pensado destruirnos, lo haga sin quererlo. Es decir, podrían traernos agentes biológicos completamente desconocidos para la medicina humana que provoquen enfermedades ante las cuales nuestro sistema inmunológico no sepa actuar.

La segunda posibilidad es algo más esperanzadora. Una civilización que venga en son de paz y cuyos inventos y descubrimientos tecnológicos supongan un avance muy positivo para todos los habitantes de nuestro planeta. Además, de que sería uno de los acontecimientos (sino el que más) más increíbles y extraordinarios al que se habría enfrentado la humanidad desde su origen.

En ambas posibilidades se ha entendido que estos seres estarían tecnológicamente mucho más avanzados que nosotros debido a que han conseguido contactarnos y saber de nuestra existencia. Es posible que sea una civilización capaz de recorrer distancias intergalácticas en un momento en el que nosotros ni siquiera hemos podido llegar a Marte.

Pero, en caso de que esto ocurra, ¿alguien ha pensado que es lo que deberíamos hacer?, ¿existe alguna especie de protocolo?

Pues la verdad es que esto sí ha sido pensado y, de hecho, hay guías y protocolos, pero todavía no existe ningún plan oficial internacional, es decir, ningún procedimiento realmente legal. Sabiendo esto, ¿cómo se debería actuar entonces?

Para responder a esta pregunta ni siquiera existe un consenso entre los propios expertos.

El astrobiólogo americano Douglas Vakoch afirmaba:  «Una vez que detectemos nuestra primera civilización alienígena, tenemos la garantía de responder”. Al contrario que Hawking, Vakoch sí aboga por un contacto extraterrestre si eso pudiera ser posible. Considera que cualquier elemento tal como la música, fotos o códigos informáticos deberían ser utilizados para intentar entendernos con cualquier otra civilización que habite el espacio.

El SETI, instituto que se dedica a la búsqueda de vida inteligente en otros planetas reconoce que las posibilidades de encontrar vida en el universo son muy bajas. Pero, a pesar de ello, cuenta con un protocolo en el cual señala que, en caso de confirmarse un contacto extraterrestre, se debe avisar al secretario general de Nacionales Unidas. Además, la evidencia de este descubrimiento debe estar disponible para toda la comunidad científica.

El documento de SETI dice «La detección de inteligencia extraterrestre debe ser diseminada de manera oportuna, abierta y amplía a través de los canales científicos y los medios públicos». En ningún momento, se recoge el intentar ocultar a la población este contacto ya que, entre otras cosas, se considera que eso sería algo imposible debido a que cualquier persona que tuviera un transmisor podría captar la señal extraterrestre, por lo que muy pronto el mundo entero lo sabría. No sería posible el lograr un silencio global.

Al analizar todas estas cuestiones, sin duda el interés por conocer si estamos verdaderamente solos en el universo ha estado siempre presente a lo largo de la historia de la humanidad. No obstante, cabría preguntarnos cuales podrían ser los resultados (positivos o negativos) en caso de un posible contacto con vida extraterrestre. Ante las posibilidades tan sumamente bajas de hacerse realidad este hecho hoy por hoy, por ahora sólo podemos contentarnos con el género de la ciencia-ficción. Tal vez en un futuro no demasiado lejano, tengamos algo más de suerte.

Proyecto SETI

Bibliografía

Arthwr Bass. (2018). Teorías de Vida Extraterrestre: CreateSpace Independent Publishing Platform.

Stephen Webb. (2018). Si el universo está lleno de extraterrestres… ¿dónde está todo el mundo?: Akal.

SETI Institute. The Fermi Paradox de SETI Sitio web: https://www.seti.org/fermi-paradox-0

Foto de portada procedente de BBC

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