El Toisón de Oro en los retratos reales

En enero de 2018 el rey de España, Felipe VI, impuso el collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro a su hija mayor, la Princesa de Asturias. La ceremonia tuvo lugar en el Palacio Real de Madrid. Se trata de la más alta distinción que puede ser entregada por el monarca.

La Princesa Leonor recibe la insignia de la Orden del Toisón de Oro a los doce años de edad.

El Toisón de Oro no es una condecoración de Estado, como otras órdenes, como la Orden de Carlos III o la del Mérito Civil, sino que está vinculada con la Casa de Borbón, heredada de la Casa de Austria.

Orígenes de la Orden

La Orden del Toisón de Oro fue fundada en 1430 por Felipe el Bueno, duque de Borgoña, para defender los ideales caballerescos que estaban desapareciendo a finales de la Edad Media. Su símbolo es el carnero de piel dorada, que hace referencia al Vellocino de Oro rescatado por Jasón según la mitología. La Orden fue transmitiéndose a sus descendientes hasta llegar a Felipe el Hermoso, casado con Juana la Loca, hija de los Reyes Católicos. Así la insignia la transmitió a su hijo y futuro Carlos I de España y V de Alemania. A partir de entonces, el Toisón pertenece a los reyes de España. 

El mito de Jasón y el Vellocino de Oro

El nombre de la Orden se refiere al mito griego del Vellocino de Oro (toisón es la palabra francesa para vellocino), una de las aventuras de Jasón y los Argonautas.

«Para recuperar el trono de Yolco, usurpado a su padre Esón, por parte de su tío Pelias, Jasón tenía que realizar una hazaña inaudita: conseguir el Vellocino de Oro ubicado en la remota Cólquide. Así, Jasón encargó a Argo que construyese una nave mientras él convocaba a unos cincuenta héroes de toda la Hélade (entre ellos se encontraba Heracles o Hércules). Cuando llegaron a la Cólquide, el rey Eetes le prometió entregarle el vellocino si lograba uncir dos toros salvajes; una vez que los hubiera uncido sembraría unos dientes de dragón. Jasón fue ayudado por la maga Medea, hija de Eetes, que se había enamorado del héroe. Tras la gesta de uncir los toros, sembró los dientes que se convirtieron en hombres armados: les lanzó piedras y éstos se mataron entre sí.

Pese a que Jasón había superado la prueba, Eetes se negó a cumplir lo prometido. Pero Medea condujo al héroe hasta el santuario donde se encontraba el Vellocino de Oro custodiado por una horrible serpiente insomne. Medea la regó con unas hierbas somníferas, y así Jasón pudo apoderarse del Vellocino».


Jasón con el Vellocino, 1803, obra de B. Thorvaldsen (1770-1844). El artista se inspira en los modelos griegos para representar al héroe que aparece desnudo, idealizado, en una pose imperturbable e intemporal. Sostiene en su brazo al vellocino capturado y en el otro brazo sostiene una lanza que descansa sobre su hombro.

El collar

La joya del Vellocino cuelga de piedras preciosas que forman las “B” entrelazadas de Borgoña. Las llamas rojas aluden a la divisa de las armas del duque de Borgoña: «Ante ferit quam flamma micet» («Hiere antes de que se vea la llama»).

¿Quién forma parte de la Orden?

El fundador, el duque de Borgoña, que era Soberano Gran Maestre, se encargaba directamente de seleccionar a los caballeros que formarían parte de la Orden. El número de éstos estaba restringido a 24 miembros, pero con el tiempo fue ascendiendo. Durante la historia de la Orden se han otorgado unos 1200 collares y todos están numerados. Una de las particularidades de esta condecoración es que, tras el fallecimiento de quien lo ostenta, ésta debe ser devuelta, ya que el Toisón es una distinción vitalicia y no hereditaria. Desde su fundación, el Toisón ha sido otorgado a soberanos y miembros de casas reales, de la aristocracia y personalidades de la política, españolas y extranjeras. El Toisón premia la honorabilidad, méritos y buena conducta de sus receptores.  

Las dos Casas: Habsburgo y Borbón

Tras la muerte de Carlos II en 1700 sin descendencia, se produjo la Guerra de Sucesión, conflicto internacional que se saldó con la firma del Tratado de Utrecht en 1713 y la instauración de la Casa de Borbón en el trono español. El que había sido aspirante al trono, el archiduque Carlos, una vez convertido en Carlos VI, emperador de Austria, reclamó la jefatura de la Orden, por lo que desde entonces la Orden del Toisón se dividió en dos ramas, la española y la austriaca.

El Toisón en los retratos reales


Felipe el Bueno, 1450, Rogier van der Weyden (1399-1464). El fundador de la Orden, el duque de Borgoña, aspiraba a convertir el ducado en un reino, al igual que Jasón había conseguido el trono de la lejana Cólquide gracias al Vellocino de Oro.

Carlos V en la batalla de Mühlberg, 1548, Tiziano (1490-1576), Museo Nacional del Prado. El retrato conmemora la victoria de Carlos V sobre los protestantes en la batalla de Mühlberg en 1547. El emperador va vestido con una armadura ligera, lanza de caballería y pistola de rueda. El peto va adornado con una imagen de la Virgen con el Niño, atravesado por una banda rosácea. Del cuello cuelga el Toisón de Oro.

Felipe II, 1565, Sofonisba Anguissola (1530-1626), Museo Nacional del Prado. El retrato muestra al monarca elegante y sobrio, vestido con un jubón negro sobre el que destaca el Toisón colgando de su cuello. Sofonisba, pintora de reconocido prestigio en su Italia natal, llegó a la corte española para servir como dama de la reina Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II.

Carlos II, hacia 1680, óleo de Juan Carreño de Miranda (1614-1685), Museo Nacional del Prado. El rey “hechizado” aparece retratado de medio cuerpo, vestido de oscuro y ostentando el Toisón de oro que destaca sobre su pecho. El pintor ejecuta de manera minuciosa el rostro y el cabello, mientras que el traje y el collar los representa de manera más libre, especialmente el toisón que lo resuelve mediante una sucesión de pinceladas cortas de brillos dorados.

Carlos III, hacia 1765, Anton Rafael Mengs (1728-1779), Museo Nacional del Prado. El monarca aparece representado con armadura y manto regio. Sobre su pecho se muestran las insignias de tres órdenes militares: el Toisón de Oro y las medallas de las órdenes del Saint-Esprit de Francia y San Genaro de Nápoles.

Alfonso XII, 1886, Óleo de Federico de Madrazo y Kuntz (1815-1894). Es un retrato póstumo del monarca, vestido con un uniforme sencillo de capitán general y ostenta varias condecoraciones junto con el Toisón.

Juan Carlos I, 1977, Juan Antonio Morales (1909-1984). Sanguina sobre papel, pertenece a una colección particular. Durante su reinado sólo una veintena de personalidades recibieron el Toisón de Oro.

Bibliografía

  • ELVIRA BARBA, M. A., Arte y Mito. Manual de iconografía clásica, Madrid: Sílex, 2008.
  • ESLAVA GALÁN, J., La familia del Prado, Barcelona: Editorial Planeta, 2018.

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