La dieta vegetariana y la salud alimentaria

Una alimentación saludable es aquella que permite mantener un óptimo estado de salud.

A lo largo de la historia han ido surgiendo diferentes tendencias y costumbres, las cuales han hecho que la sociedad adquiera diversos hábitos a la hora de alimentarse.

¿Es la dieta vegetariana saludable para nuestro organismo?
En este artículo, identificaremos los efectos positivos y negativos que desencadena en nuestro organismo el consumo de una dieta vegetariana.

Sobre la dieta vegetariana

El vegetarianismo se basa en todo tipo de alimentos de origen vegetal: cereales, legumbres, tubérculos, verduras y hortalizas, frutas, aceites y grasas vegetales y también semillas y frutos secos. La carne y productos cárnicos están totalmente excluidos, pero en ciertos casos se acepta la carne de aves, el pescado, los huevos y los productos lácteos; de ahí, derivan las diferentes modalidades vegetarianas.

1. Lacto-ovo-vegetarianos: Consumen huevo y productos lácteos, pero rechazan la carne de res, carne de ave y pescado. En España, la mayor parte de las familias vegetarianas pertenece a este grupo.

2. Lacto-vegetarianos: Además de vegetales consumen leche y sus derivados, pero no consumen ningún tipo de carne ni huevo.

3. Vegetarianos estrictos o veganos: Únicamente consumen alimentos de origen vegetal: verduras, frutas, cereales, semillas, aceites vegetales y no consumen ningún alimento o condimento que contenga ingredientes de origen animal. Por ejemplo, la miel de abeja.

4. Semi-vegetarianos: Normalmente siguen una dieta vegetariana, pero ocasionalmente comen carne roja, de ave o pescado.

5. Otros tipos: Macrobiótica, frugívora, orgánica, crudívora, higienista, etc.

Como ventaja

Pirámide nutricional

En la dieta vegetariana se procura que la comida sea lo más sana posible, por eso su ingesta trata de incluir muchos alimentos crudos, sin previa cocción ni tratados con productos químicos.
Los seguidores de esta dieta argumentan que para estar bien alimentados se necesitan productos sencillos, poco elaborados, frescos, baratos y en poca cantidad. Pero las restricciones las pone cada uno, por eso hay tantos tipos de dietas vegetarianas como se te puedan ocurrir…
Además, se declara como beneficio de realizar una dieta vegetariana, según Quiles et al. (2013), una pérdida de peso y disminución de la grasa abdominal, actuando contra la obesidad.

También demuestran que una alimentación vegetariana palia el padecimiento de diversas enfermedades como la hipertensión, dislipemia, diabetes, osteoporosis, cáncer, artritis reumatoide, dermatitis atópica, entre otras.

Como desventaja

Debido a la no ingesta de proteína procedente de animal, se es propenso a desarrollar varios tipos de anemia y otras alteraciones, sobre todo en edades tempranas y periodos de gestación, como déficits nutricionales que causan problemas de desarrollo.
El consumo de grasas puede llegar a ser tan bajo, que se puede comprometer al aporte total de energía y déficit de vitaminas como: la tiamina (B1), riboflavina (B2), niacina (B3), cobolamina (B12), tocoferol (vitamina E), calcio, fósforo, magnesio y hierro.

Conclusiones

La dieta vegetariana puede alcanzar los objetivos nutricionales en diferentes etapas de la vida, aunque en la etapa de la infancia y juvenil, su práctica debe de estar controlada, siendo rechazada la aplicación de una dieta vegetariana estricta o vegana en niños, lactantes y mujeres embarazadas.
Sin embargo, en los adultos, la práctica de la dieta vegana es beneficiosa para paliar potenciales problemas de salud y/o existentes como la obesidad, hipertensión, y dislipemia, entre otras. Destacando que estos beneficios pueden lograrse al realizar una dieta vegetariana y así gozar de una calidad de vida.
Se identifica la importancia de la vitamina b12, calcio, hierro y zinc, esencial para nuestro organismo, y los cuales no deberían de ser deficitarios en nuestra dieta. Siendo posible, si se adoptan medidas que incrementen la absorción de las fuentes de origen vegetal de estos elementos.
Estas actuaciones deben de estar siempre supervisadas por un profesional de salud, de forma individual para brindar una dieta vegetariana de una estrategia saludable.

 

Bibliografía

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Esther Molina, M., & Paz Martín, Á. (2008). Prácticas dietéticas vegetarianas. Implicaciones nutricionales. Offarm, 80-86.
Farran A, Illan M, & Padró L. (2015). Dietas vegetarianas y otras dietas alternativas. Pediatr Integral.15 (5): 417-426.
Quiles, L. Portoles, O.Sorli, J. V.Miquel, & M.Corella, D. (2013). Efectos a corto plazo en la pérdida de peso de una dieta vegetariana baja en grasa. Nutr. clin. diet. Hosp, 33(3):58-67.
Saz Peiró P. (2006). Gestación Y Dieta Vegetariana. Rev Med Nat, 10: 589-591.
Saz Peiró P, Morán del Ruste M, & Saz Tejero S. (2013). La dieta Vegetariana y su aplicación terapéutica. Rev Med Nat, 1: 13-27.

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