Aecio, general Romano, vencedor de Atila

El estudio de la Antigüedad Tardía ya tiene sus complejidades para los estudiosos del período, no se diga para el resto de personas. Invasiones por todos los frentes, batallas, intrigas cortesanas, alianzas y asesinatos, todo parece irse conjugando para la desaparición final del imperio en occidente. Las fuentes de la época no ayudan tampoco. Muchos autores están más pendientes de las disputas religiosas que de los eventos seculares. Será justamente en este período cuando aparecerá el que algunos consideran el Último de los Romanos, el último gran general del Imperio Romano de Occidente, Flavius Aeitus.

Posible bajorrelieve con la representación de Aecio

Primeros años

Aecio nace alrededor del 390. Tenía ascendencia militar por parte de sus padre y senatorial por parte de su madre. Esto seguramente fue motivo para que pasara algunos años como rehén. En el 405, siendo ya adolescente, Aecio es enviado a los godos liderados por Alarico. Con el asesinato de Estilicón, Alarico devuelve al joven como muestra de buena fe. No pasa mucho tiempo antes que el joven sea nuevamente utilizado como garantía de alianzas. Su destino es con los Hunos esta vez. Seguramente todos estos años entre bárbaros deben haberle aportado elementos que él utilizaría en el futuro tanto para alianzas como para enfrentarlos.

Por su parte, Alarico asedia Roma en un intento de ganar un puesto militar para sí, aunque finalmente Honorio le deniega el privilegio. Alarico vuelve a poner a Roma bajo asedio una segunda vez en el 409. En medio del caos, los Vándalos, Suevos y Alanos aprovechan su oportunidad y entran en España. Alarico vuelve a asediar Roma una tercera vez en el 410. En esta ocasión la saquea. Este año también está marcado por la separación de Bretaña del imperio con el Rescripto de Honorio.

Conflictos dinásticos

El rey huno Charaton fallece en el 420. Aecio al fin vuelve a Roma. En el 423 también muere el emperador Honorio. Desde Constantinopla, Teodosio II demora la declaración de un nuevo emperador en Occidente. En Roma Aecio recibe el nombramiento de Cura Palatii. Con la demora del nombramiento de un nuevo emperador, algunos patricios nombran a Juan como tal. Para refrendar este reclamo, Aecio va en busca de ayuda a los Hunos. Para octubre de ese año Teodosio declara a su sobrino Valentiniano III como emperador de Occidente y le da la mano de su hija, Licinia Eudoxia. El conflicto parece ineludible.

Busto de Teodosio II

Un ejército del Este invade Occidente en el año 425. El emperador Juan debe refugiarse en Rávena. Esto no lo salva e igual es entregado por la guarnición de Rávena y ejecutado. Aecio mientras tanto llega a la cabeza de un ejército Huno y se da una batalla contra las fuerzas del general romano de Oriente, Aspar. Aecio y Placida, la reina madre, llegan a un acuerdo. Los Hunos reciben un pago. Aecio es nombrado Comes et Magister Militum per Gallias. Valentiniano finalmente recibe la corona de Occidente.

Bonifacio, también un general exitoso, y quien quería influencia sobre la reina madre, Placidia, es nombrado gobernador en África. Aparentemente fue ésta una movida de Aecio para ganar mayor influencia sobre Placidia. Bonifacio, al comprender su situación, pensó en rebelarse. Para ello llamó en su ayuda a los Vándalos, del sur de España. El líder era por entonces Genserico.

Ataques de tribus bárbaras

En el 426 Aecio derrota a los Godos que asediaban Arlés en la Galia. Seguirán una serie de éxitos militares como comandante de las fuerzas en las Galias. En el 428 Aecio derrota a los Francos en el Rin y en el 429 es nombrado como magister militum praesentalis, permaneciendo como subordinado de Félix, magister militum por aquellas épocas. Es entonces cuando aparentemente surge la verdad sobre los eventos de Bonifacio, lo que causará conflictos con Aecio en el futuro. En mayo los Vándalos cruzan el estrecho de Gibraltar hacia África.

En el 430 Aecio derrota a un grupo godo cerca de Arlés. A su regreso a Italia, Aecio acusa a Félix de complotar contra él. Las tropas leales a Aecio asesinan a Félix y a su esposa. De vuelta en campaña, Aecio derrota a los Jutungos en Raecia. En el 431 Aecio derrota a otro gurpo germano en Nórico y es nombrado cónsul en el 432. Ese mismo año derrota a los Francos en el Rin.

En África, Bonifacio había cometido un error de juicio respecto al líder Vándalo. Genserico tenía sus propios planes. Se alió con tribus de Mauritania y Numidia. Bonifacio y el general del este Aspar son derrotados por las huestes de Genserico. Los Vándalos empiezan el asedio a Hipona en el 431. San Agustín estaba en la ciudad durante el cerco y muere durante el tercer mes del mismo, el 28 de agosto.  Finalmente, Hipona es tomada y saqueada. Empezaba la ocupación de Genserico de gran parte del territorio romano en África del Norte.

Ruinas romanas de Hipona

Vándalos y otras tribus bárbaras

Después de los enfrentamientos en África, Bonifacio emprende el regreso a Italia. Aecio lo ataca en la batalla de Rímini, pero es derrotado y debe retirarse. Sin embargo, es Bonifacio el que sale peor parado de la contienda y muere por sus heridas. Sebastian, su yerno, toma el control de Roma. Ataca a Aecio, que nuevamente busca apoyo entre los Hunos. Aecio regresa en el 433 y es nombrado magister militum. Sebastián debe huir y se casa con la viuda de Bonifacio, Pelagia.

En el 435 Genserico hace un tratado con Roma. Se reconoce al reino Vándalo a condición que Genserico continúe los embarques regulares de cereales a Roma. Cartago siguió bajo domino romano, hasta que le convino a Genserico. Los Vándalos la tomaron en el 439, la hicieron su capital y la base de su flota. Desde ahí atacarían las costas mediterráneas durante 20 años. En ese mismo 435 Aecio derrota a los Burgundios. El 5 de septiembre es nombrado patricio. Empieza una rebelión en Galia. En el 436 Aecio manda un ejército bajo un hombre de confianza, Litorius, para sofocar la rebelión. Al mismo tiempo los Godos asedian Narbona. Litorius demuestra su eficiencia al lograr sofocar la rebelión y levantar el asedio de los godos.

En el 436 los vándalos inician una persecución de los monjes católicos y es el momento en que inician sus campañas de saqueos en el Mediterráneo.  El 21 de octubre es el matrimonio de Valentiniano III y Licinia Eudoxia en Constantinopla. Aecio asiste a la boda. Ese mismo año es nombrado cónsul por segunda ocasión. 

Los hunos de Atila y el avance de las tribus germánicas

Los hunos comienzan una etapa más agresiva contra el imperio. En el 439 dos hermanos, Atila y Bleda, habían accedido al gobierno tras la muerte del rey Rua. Obligaron a Teodosio a pagar un tributo de 700 libras de oro al año a cambio de mantener la paz. Como consecuencia los hunos se lanzaron hacia otros lugares para buscar botín. Los eslavos y algunas tribus germanas sufrieron su embate. En respuesta a este fiero avance, algunas tribus germánicas se lanzaron hacia el Oeste a través del Rin, lo que nuevamente causó conflictos en territorios del imperio.

Como consecuencia del avance migratorio de varios grupos, los romanos se vieron desbordados. En el 440 los Suevos capturan Mértola. En el 441 hay otra rebelión campesina en Tarraconense, una bagauda. El general Flavio Astyrius lidera un ejército que acaba con los rebeldes. Los Suevos siguen su avance, capturan Sevilla y toman el control de Bética y Cartagena. Por su lado, en el 443 Aecio firma un tratado con los Hunos. Se les ceden partes de Panonia y Atila es nombrado magister militum honorario. Carpilio, hijo de Aecio, es enviado como uno de los rehenes. A pesar de todos los frentes que debe enfrentar el general, logra mantener a raya a muchos grupos peligrosos y extender un poco más la vida del imperio.

Los problemas se multiplican

En general Aecio logra mantener cierto control sobre los grupos bárbaros que se volcaban sobre el imperio. Los burgundios, varias veces derrotados por el general, se establecen en la región sudoriental de la Galia. Los Francos al noroeste de la Galia. Otras tribus germánicas, incluyendo los Anglos y los Sajones, cruzan el mar en el decenio del 440 y llegan a Britania. A partir de 449 efectúan sus primeros asentamientos en la región sudoriental de Inglaterra. Durante los siglos siguientes se expandirían al norte y oeste de sus posesiones iniciales. Esto los llevaría a un enfrentamiento con grupos locales. Sería entonces cuando Aecio habría recibido un llamado de ayuda de parte de la isla. Obviamente Aecio tenía las manos muy ocupadas en otros menesteres. En todo caso, de este período surgiría más tarde a la leyenda del rey Arturo y su corte.

Volviendo al continente, Bleda había muerto hacia el 445. Con su deceso también desapareció la influencia moderadora que ejercía sobre Atila y éste queda como único líder de los Hunos. Decide seguir una política aún más agresiva contra el Imperio Romano. Para impedir sus correrías, Bizancio incrementa el tributo que le daba anualmente. Esta situación sigue hasta el fallecimiento de Teodosio II en el 405. Su hermana Pulqueria se casa con el general Marciano. Éste decide dejar de pagar el tributo y declara estar dispuesto a enfrentar a Atila. El líder huno decide fijar su mirada en la parte Occidental del Imperio. Al fin y al cabo, entre un emperador débil (Valentiniano III) y una corte más preocupada por las intrigas, aquel territorio parece una presa más fácil. Atila cruza el Rin e invade la Galia.

Aecio y los bárbaros

Durante varios años Aecio había mantenido a los bárbaros a raya. Mantuvo a los burgundios, visigodos y francos bajo relativo control. Sin embargo, ahora la amenaza era aún más grande. Atila entró en la Galia en el 451. Esto obligó al general romano a buscar una alianza con el visigodo Teodorico. De hecho, muchos miembros de otras tribus germánicas reconocieron el peligro que se cernía sobre ellos. Fluyeron al ejército de Aecio para hacer causa común. Los dos ejércitos se encontraron en el norte de la Galia, en una región que había sido habilitada por una tribu celta llamada los Catalauni.

La zona, también conocida como los Campos Cataláunicos, es la actual Chalons, a unos 140 kilómetros al este de París. Aecio dispuso a sus tropas a la izquierda y a los contingentes visigodos a la derecha. Los aliados más débiles fueron situados en el centro. Atila puso su principal fuerza de ataque, junto a él mismo, en el centro. Esto era lo que esperaba Aecio. Los hunos avanzaron e hicieron retroceder a las líneas del centro. Mientras tanto los extremos de Aecio se cerraron y causaron grandes estragos en filas enemigas.

Después de los Campos Cataláunicos

 Como resultado de la batalla Teodorico murió. Atila pudo escapar del campo de batalla. Aecio había mantenido al hijo de Teodorico, Torismundo, como rehén para impedir traiciones de último momento. Con la muerte de su padre, Aecio envió a Torismundo a Tolosa para asegurar la sucesión. Esto provocó una guerra civil entre los visigodos. Había otro contendiente al trono, un hermano menor que al año mató a Torismundo y se hizo coronar como Teodorico II. Por su lado, Atila reorganizó sus fuerzas e invadió Italia. Puso sitio a Aquileya, la tomó y destruyó. Algunos de sus habitantes huyeron de la devastación y buscaron refugio en las lagunas cenagosas del Oeste. Según la tradición, éste sería el núcleo inicial de la que más tarde sería la famosa Venecia.

Atila y sus hunos invadiendo Italia, por Ulpiano Checa (1887)

Atila siguió su avance. El único líder que podía oponérsele era León, obispo de Roma. Ambos se encontraron en el 450 a orillas del Po. La tradición cuenta que Atila estaba desconcertado e impresionado por la majestuosidad y aureola del representante del papado y decidió retirarse. Es probable que hubiera un generoso pago. En cualquier caso, Atila abandonó Italia. De vuelta en su campamento, en el 453, se casó de nuevo. Hubo una gran fiesta y se retiró a su tienda para su noche de bodas. Murió aquella noche. Existe mucha especulación respecto a su muerte. Muchos hablan de un envenenamiento, aunque es igualmente probable que fuera un exceso de comida y bebida.  Su imperio se resquebrajó poco después.

Final de Aecio

Aecio no sobrevivió demasiado tiempo a su gran victoria. La corte romana lo miraba con sospechas después de sus triunfos. Es posible que el emperador incluso abrigara resentimientos contra el general por haberse visto obligado a prometer la mano de su hija en matrimonio al hijo de Aecio. Con estos antecedentes no fue difícil convencer a Valentiniano de que Aecio aspiraba al trono. La historia de Honorio y su general Estilicón se volvía a repetir. Aecio se presentó en septiembre de 454 ante Valentiniano.

En esta ocasión el general estaba solo, sin la protección de su leal ejército. Valentiniano extrajo su espada y la clavó en Aecio. Los demás funcionarios que los acompañaban también lo acuchillaron. Este acto no quedó sin venganza. Medio año más tarde, en marzo del 455, dos hombres leales a Aecio hallaron su oportunidad. Apuñalaron a Valentiniano hasta la muerte.

Se acerca el final de Roma

Sin Aecio, Roma se quedaba sin su mejor general en Occidente. Sin él, el hombre más poderoso en estas regiones del imperio era el vándalo Genserico. Dominaba partes del Norte de África desde hacía un cuarto de siglo. Tenía una flota que le permitía extender su dominio a Córcega, Cerdeña, las islas Baleares y partes de Sicilia. En junio del 455 los barcos vándalos llegaron a la desembocadura del Tíber. Durante dos semanas saquearon Roma, apoderándose de todos los objetos de valor que pudieron encontrar. Ya no quedaba alguien como Aecio para hacerle frente. Los años finales del imperio se acercaban.

Genserico saquea Roma. Óleo por Karl Bruillov, siglo XIX. Galería Tretyakovy, Moscú

Bibliografía

  • Hughes, I. (2012). Aetius: Attila’s nemesis.
  • Asimov, I. (1981). El Imperio Romano
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